martes, 9 de junio de 2015

CAPERUZA ROTA

-Había una vez una mujer que le decían “Caperuza rota” y era conocida por casi todos los habitantes de la ciudad.

-No, era una niña muy bonita que se llamaba “Caperucita roja”. 

-Ella acostumbraba a subirse todos los días en los buses a vender dulces para poder sobrevivir. 

-No, ella no trabajaba en nada. 

-Hasta que un día se subió en un bus que la metió por El Bosque y le tocó bajarse ahí, sin conocer aquel lugar. 

-¡Que no! Ella se fue por el bosque porque la mamá la mandó a la casa de su abuela. 

-Y mientras caminaba por las calles del barrio, se encontró con un burro que le dijo: “esto es un atraco, dame todo lo que tengas”. 

-¡Que eso no es así! Se encontró fue con un lobo que le preguntó a dónde iba.

-Luego, caminó por varios minutos hasta que logró salir a la Cordialidad y buscar a la Policía. 

-¡Noooooo! 

-Y como era de costumbre, no pudieron hacer nada porque no tenían las pruebas suficientes para comprobar si era cierto. 

-¡No buscó a la Policía! Un cazador que iba pasando las rescató, a ella y a la abuela, del lobo feroz. 

-Después de todo, no te he dicho por qué le dicen “caperuza rota”: resulta que todos los días se ponía una especie de gorro, por el sol infernal que hace aquí, y en la parte de atrás tenía un hueco, hecho por un grillo, que dejaba ver lo que había del otro lado; así que, todo el mundo la conocía por ese apodo. 

-Nombe, papi, tú no sabes contar cuentos, mejor dame plata para ir a jugar Play. 

-Bueno, toma mil barras. 

Y el papá siguió metido en Facebook. 

FIN

3 comentarios:

Ajá, cuéntamelo todo: