-Había una vez una mujer que le decían “Caperuza rota” y era conocida por casi todos los habitantes de la ciudad.
-No, era una niña muy bonita que se llamaba “Caperucita roja”.
-Ella acostumbraba a subirse todos los días en los buses a vender dulces para poder sobrevivir.
-No, ella no trabajaba en nada.
-Hasta que un día se subió en un bus que la metió por El Bosque y le tocó bajarse ahí, sin conocer aquel lugar.
-Hasta que un día se subió en un bus que la metió por El Bosque y le tocó bajarse ahí, sin conocer aquel lugar.
-¡Que no! Ella se fue por el bosque porque la mamá la mandó a la casa de su abuela.
-Y mientras caminaba por las calles del barrio, se encontró con un burro que le dijo: “esto es un atraco, dame todo lo que tengas”.
-¡Que eso no es así! Se encontró fue con un lobo que le preguntó a dónde iba.
-Luego, caminó por varios minutos hasta que logró salir a la Cordialidad y buscar a la Policía.
-¡Noooooo!
-Y como era de costumbre, no pudieron hacer nada porque no tenían las pruebas suficientes para comprobar si era cierto.
-¡No buscó a la Policía! Un cazador que iba pasando las rescató, a ella y a la abuela, del lobo feroz.
-Después de todo, no te he dicho por qué le dicen “caperuza rota”: resulta que todos los días se ponía una especie de gorro, por el sol infernal que hace aquí, y en la parte de atrás tenía un hueco, hecho por un grillo, que dejaba ver lo que había del otro lado; así que, todo el mundo la conocía por ese apodo.
-Nombe, papi, tú no sabes contar cuentos, mejor dame plata para ir a jugar Play.
-Bueno, toma mil barras.
Y el papá siguió metido en Facebook.
Y el papá siguió metido en Facebook.
FIN
Ja, ja, ja. Bueno.
ResponderBorrarxD
BorrarExcelente.
ResponderBorrarA lo cole valecita... 😎 jajajaja...